Departamento de Investigaciones

La tiranía stronista ensartó un golpe demoledor a la curiosidad, motor del conocimiento científico. En aquellos tiempos era mejor no preguntar, ser obediente, asumir el discurso oficial sin críticas, resignarse ante las desgracias, colaborar con el gobierno incluso si esto implicaba delatar a un familiar o amigo. Una terrorífica exaltación a la indignidad y la mediocridad que se extendió durante 35 años. Quienes ocuparon cargos de poder, operaron favoreciendo a la acumulación fraudulenta de capitales a escala nacional e internacional, con subordinación a los intereses económicos y geopolíticos de los sucesivos gobiernos de los EEUU como principal promotor.

Buena parte del circuito de vigilancia, amedrentamiento, soborno, chantaje, tortura, tuvo en el Departamento de Investigaciones de la Policía (en adelante Investigaciones)  un centro neurálgico que contó con ingentes recursos para realizar desde secuestros y desapariciones, hasta donaciones de juguetes o becas de estudio para familiares de sus colaboradores, pasando por asistencia al campesinado hasta el direccionamiento a embajadores en la obligación de informar primero a Investigaciones, incluso antes que a Cancillería, sobre las novedades en sus respectivos lugares de servicio.

Que la palabra “investigaciones” remita a control, persecución, tortura y desaparición forzada, necesariamente sacude de manera traumática todo desarrollo del pensamiento social. Y esto fue posible gracias al protagonismo que tuvo este Departamento que, siendo un organismo subalterno de la Policía Nacional, llegó a sobresalir por encima de muchas otras instituciones durante aquel oscuro régimen.

Ubicado sobre la calle Pdte. Franco, en pleno centro de Asunción, los torturadores se movilizaban media cuadra para ir hasta el Departamento de Vigilancia y Delitos, donde se realizaban -entre otros crímenes- las sesiones con la temida “pileteada” en agua pútrida. Toda esa brutal estructura era capitaneada por Pastor Coronel, quien tenía súper poderes muy por encima de ministros, jueces y otras autoridades. Y se erguía a la vanguardia del terrorismo de Estado encabezado por Alfredo Stroessner, ponderado por el Pdte. norteamericano Richard Nixon como “campeón del anticomunismo”.

En 1960, Carmen había pasado por Investigaciones en uno de sus arrestos y de allí llevada a la Comisaría Tercera, donde haría una huelga de hambre por su libertad y la de su compañero Casabianca, también encarcelado entonces.

A mitad de aquella década –de los ´60- el Partido Comunista Paraguayo había afrontado una enorme crisis que derivó en su mayor división. Una de las críticas de peso era que no se podía dirigir la lucha en Paraguay desde el exilio. Fue así que en los primeros años de la década de los ´70, en virtud de lo resuelto en su tercer Congreso, una importante comitiva encabezada por el hermano y camarada de la poeta, Miguel Ángel Soler, había ingresado clandestinamente al país para reorganizar el Partido y fortalecer los planes por el derrocamiento del gobierno. En esos años, el PCP reinició un proceso de crecimiento e influencia.

A Stroessner esta situación lo sacaba de casillas, llevándolo a desgañitarse en órdenes a sus matones para que encuentren a esa dirigencia que estaba operando en territorio nacional. Y fue a finales del ’75 que la incesante búsqueda logró quebrar el blindaje de la organización comunista.

El 30 de noviembre de 1975, son secuestrados el Srio. Gral. de la Juventud Comunista, Derlis Villagra, y el Secretario General del Partido, Miguel Ángel Soler. Ambos llevados a Investigaciones, torturados hasta morir y desaparecidos. El 3 de diciembre, Octavio Rubén González Acosta, responsable del Comité Obrero y Miembro del Comité Central, también es llevado a Investigaciones, muerto en torturas y desaparecido.

El calor de finales del ’75 y comienzos del ’76 cobraría trazos infernales en aquel centro de exterminio que estaba abarrotado de comunistas y no paraba de ingresar a sus calabozos prisioneros de diversas procedencias.

En abril del ‘76 se desataría otra encarnizada persecución, esta vez contra la dirigencia de la Organización Político Militar conocida por sus siglas como OPM: Juan Carlos Da Costa es asesinado en un allanamiento, Mario Schaerer Prono y su compañera Guillermina Kannonikoff, son apresados y entregados a la policía por el sacerdote Raymundo Roy. Mario muere en torturas en Investigaciones y Guillermina da a luz al hijo de ambos, presa en la Comisaría Primera.

La caza continuaría en el interior del país, dando inicio al sangriento episodio contra las Ligas Agrarias Cristianas bautizado como “Pascua Dolorosa”, que se materializa en la Semana Santa de aquel 1976 devastando comunidades enteras, especialmente en el Departamento de Misiones. Centenares de campesinos que habitaban compañías y pueblos vecinos, son llevados a la cárcel de Abraham Cue. Ocho campesinos son ejecutados y decenas traídos en camiones a Asunción.

A estos presos, se sumarían otros del Plan Cóndor, como el caso del abogado y militante comunista Fausto Carrillo. Traído en agosto de aquel año desde el centro de tortura “La Escuelita” de la fronteriza Formosa, asesinado y desaparecido en Investigaciones. Su esposa María Felicitas y su bebé de 6 meses, son trasladadas a la cárcel de Emboscada, recobrando su libertad después de un año.

Departamento de Investigaciones

El coraje y la convicción fueron un sello distintivito de aquella generación de militantes revolucionarios y luchadores antidictatoriales que se opusieron al stronismo.

Con esta impronta, el latido del tormento fue gestando en Carmen Soler esa vital pulsión de combate que encontró forma en este misil literario llamado Calabozo de castigo, dedicado a su hermano y “a todos mis hermanos y hermanas del mundo aún oprimido”.

Uniformes, metralletas,
patio, pasillos estrechos,
puerta de hierro maciza,
cerrojo y candado negros.
Una boca que se abre
dos metros por metro y medio;
pisos, techos y paredes
desnudos como el desierto.
Panteones para vivos
donde se arrastran espectros
que de humano sólo tienen
la forma del esqueleto. 

La poeta describe la representación pavorosa del régimen fascista en su intención de reducir a lo más exiguo la condición humana del preso político. Al contrario de lo mencionado por el filósofo alemán Theodor Adorno, cuando a finales de los años ’40 decía que después de Auschwitz no se podía escribir poemas, Soler sacude a esa apacible intelectualidad que en nuestro país se negaba a confrontar con lo atroz, describiendo y denunciando de manera visceral el desigual enfrentamiento que se expresaba cuando la tiranía atrapaba a sus detractores:

La picana va buscando
lo más sensible del cuerpo.
Una horda de alacranes
clava aguijones eléctricos.
Se retuerce, baila, salta
un monigote grotesco.
Una garganta de perros
desgarra gritos violentos
y una lengua azul se enrosca
sobre su propio silencio.
Sumergen en la pileta
de agua con excrementos.
Se ahoga, se va, se afloja,
lucha, vuelve, aspira el cielo,
forcejea, se abandona
sin barreras en el cuerpo 

Así, estos versos se despliegan como alegato lírico de esa cruenta lucha en que la miseria se vanagloria de su transitoria superioridad ante la belleza torturada. Para culminar trazando esbozos de esa nueva sociedad de seres libres que se gestaba en los espacios más lúgubres de nuestra historia, y cuya resonancia creadora fue capaz de quebrar las más terribles tácticas del poder en su esfuerzo fallido por despojar de sentido humano a la memoria colectiva:

Es que el hombre sabe entonces
que ha llegado su momento.
Ya conoce su medida,
pesa y valora defectos,
se eleva sobre sí mismo,
afirma su pensamiento.
Que morir no es el problema
y sí, vivir con acierto,
centinela de consignas,
vigía de nuevos tiempos.
Calabozo de castigo,
dos metros por metro y medio.
Un espacio tan pequeño
¡con un sol rojo en el centro!

Colegio Nacional de Niñas Colegio Nacional de Niñas Colegio Nacional de Niñas Colegio Nacional de Niñas
Calabozo de castigo fue publicado en En la Tempestad (1986, Buenos Aires), luego en La alondra herida (1995, Asunción), Poesías reunidas (2011, Asunción) y Antología poética (2016, Buenos Aires).

Redacción

Investigación de sitios y redacción / Najeeb Amado. 

Edición

Noelia Cuenca. 

Bibliografía

  • Boccia, A.; González, M.A. y Palau, R. (2014). Es mi informe. Los Archivos Secretos de la Policía de Stroessner. Asunción: CDE. Centro de Documentación y Estudios.
  • Comisión de Verdad y Justicia. (2008). Informe Final. Anive Anive haguã oiko. Tomos I, V y VI. Asunción: CVJ.
  • Investigaciones, un departamento clave en el régimen de Stroessner. (30 de enero de 2015). Obtenido de Diario ABC Color: https://www.abc.com.py/edicion-impresa/artes-espectaculos/investigaciones-un-departamento-clave-en-el-regimen-de-stroessner-1331884.html
  • Matamoro, B. (30 de noviembre de 2003). Pensar después de Auschwitz. Obtenido de Letras libres: https://www.letraslibres.com/mexico-espana/pensar-despues-auschwitz

Fotografía

  • Placa de Dpto. de Investigaciones / Miel Amado Cuenca.
  • Fachada de Dpto. de Investigaciones / Colaborador de Wikipedia: Redención 265.
  • Ventanas de Investigaciones y montaje de fotos / Marthu Miranda.
  • Foto desde adentro / intervención de foto extraída de CODEHUPY.

Montaje de imágenes de inicio / Marthu Miranda